Ministerio Un Nuevo Sol está conformado por un grupo de personas y familias, que hemos vivido en carne propia la enfermedad emocional y sus consecuencias, y compartimos los principios espirituales que nos han funcionado como una opción efectiva y contundente para combatirla y sanar el espíritu.
NUESTRA MISIÓN:
ROMPER LAS
CADENAS DE DOLOR
En Ministerio Un Nuevo Sol creemos que un ser humano alejado de su esencia espiritual se convierte fácilmente de víctima a victimario, repitiendo los actos y patrones de conducta que le causaron dolor, pero generando mayor daño que el que recibió.
Por ello nuestra MISIÓN consiste en ayudar a romper esas cadenas de dolor, para restaurar la conexión espiritual de la persona y así obtenga conciencia plena, encarando la vida con una nueva actitud basada en un sano juicio.
NUESTRA VISIÓN:
DESENMASCARAR
AL ENEMIGO
Convencidos también de que hay múltiples patrones de comportamiento social, sexual, material y emocional totalmente distorsionados, nuestra VISIÓN es lograr que las personas se den la oportunidad de “ver” la vida como verdaderamente es, y no como nos la han heredado…
¡Que se atrevan a desenmascarar al verdadero enemigo!
NUESTROS VALORES:
Y CÓDIGO DE CONDUCTA
Evitar a toda costa el juicio, la discriminación, la condena y el intento por convencer o convertir a alguien, mostrando tolerancia ante las cosas que no suceden como quisiéramos. Respetar las decisiones, pensamientos y emociones de quienes me rodean. Comprender y entender la situación que atraviesa mi prójimo.
Sabemos que solo siendo tolerantes, respetuosos y comprensivos se dará ese AMOR que el ser humano necesita para, realmente, realizarse como persona ante su poder superior, ante los demás y ante sí mismo.
Buscamos la inspiración de las escrituras*. Creemos que la Biblia es palabra de Dios, inspirada por el Espíritu Santo en su ejercicio de influencia divina sobre los hombres de Dios, quienes escribieron las palabras precisas dictadas por Dios.
Creemos que Dios es uno en tres distintas personas iguales y eternas. Dios nuestro padre es un espíritu, caracterizado por la santidad absoluta (es decir, separación, consagración, dedicación), pero también es un Dios personal con gran amor por su creación. Dios es eterno, omnipotente, omnipresente, omnisciente, soberano e inmutable. Es bueno, sabio, puro, justo, justo, veraz, fiel, amante, misericordioso, generoso y paciente.
Creemos en la Salvación. Con respecto al concepto de la Salvación en su conjunto, creemos que el gran objetivo de Dios es el triunfo de su reino. Lo logra por medio de la Salvación, que es para su propia gloria. La Salvación se basa en la elección de Dios, de aquellos a quienes Él elige para la salvación en su gracia soberana. Esta elección se basa en la predestinación de Dios y en el conocimiento previo de Dios.
Creemos que la Salvación sólo está disponible a través de la expiación de Cristo. La expiación es un término general, refiriéndose a la muerte de Jesús en la Cruz por el pecado. Implica la satisfacción de la ira de Dios (propiciación), el perdón por los pecados (expiación), la sustitución de Jesús en nuestro lugar, la imposición de su justicia para nosotros, la justificación de nuestros pecados y la reconciliación de la humanidad con Dios.
Creemos que el arrepentimiento es un acto consciente de alejarse del pecado y dar vuelta a Dios. El arrepentimiento es necesario para la Salvación. Arrepentimiento implica Fe y resulta en obras. Sin embargo, es un regalo de Dios y al mismo tiempo, el arrepentimiento es voluntad de Dios para cada hombre.
Creemos que la fe es necesaria para la salvación. La fe es también una parte de la oración eficaz. Fe es la verdad salvadora que implica la comprensión de los hechos del Evangelio, las afecciones del corazón hacia la verdad del Evangelio y la adhesión de la voluntad a la realidad del Evangelio. Todo ello integra a la totalidad de la persona y la individualidad de la fe, que resulta en buenas palabras.
Creemos que el perdón es la declaración legal de Dios, por la que declara a un pecador, justo. Dios perdona todo pecado, al que se le imputa la justicia de Cristo basada en la muerte de sacrificio y expiación de Jesús. Debido al perdón de Dios, los creyentes están exonerados de la propia culpa o culpabilidad por su pecado. El perdón (la Justificación) es la ley de Dios, y el hombre no se merece lograr esta justificación por sí mismo, sino que es un resultado del don de la fe.
Creemos que renacer a una nueva vida en esta misma vida, la conversión total; un cambio de vida definitivo, puede ser dado solamente por Dios, como un corazón nuevo para el creyente, una nueva vida, Su Propia Vida Eterna. Porque la humanidad está muerta en el pecado, Dios, por medio del Espíritu Santo y su palabra, logra este nuevo nacimiento. La regeneración o nuevo nacimiento, trae consigo un cambio total en el estilo de vida.
Creemos que la adopción se refiere a la posición del creyente como un hijo de Dios, disfrutando de los derechos y privilegios que asisten a ella. La consumación definitiva de esta filiación, se produce cuando Cristo regrese y los creyentes sean glorificados. Así, la adopción se logra en la glorificación.
Creemos que la santificación es el creyente cada vez más santo, es decir, más separado del pecado y pegado a Dios. Santificación se compone de santificación posicional, que ocurre en el momento de la conversión, y santificación progresiva, que es un proceso que lleva toda una vida. La santificación tiene un objetivo: la semejanza a Cristo y solo es completa cuando el creyente es glorificado y erradicó su naturaleza de pecador.
Creemos que la Salvación es una certeza asegurada en las escrituras y afirmada por el Espíritu Santo. Un verdadero creyente no puede perder su salvación. La escritura asegura que la salvación se extiende solo a aquellos que manifiestan las marcas de un cambio de vida real y verdadero. La perseverancia en la fe y la certeza de la salvación son obras de gracia y son por lo tanto de Dios, no una sensación, memoria o acción del creyente.
Ministerio Un Nuevo Sol surge como un movimiento de ayuda, basado en la palabra de Dios, para vivir una vida útil y en paz espiritual. Para ello, diariamente realizamos una profunda reflexión en nuestro perfil de Facebook y en nuestro canal de Youtube.
Estamos conscientes de que, actualmente, vivimos exigiéndonos nosotros mismos, dejando que los demás exijan de nosotros y, en paralelo exigiendo a los demás; todo esto para cubrir parámetros de estatus económico, apariencia física, estabilidad ficticia, y así sentirnos aceptados y reconocidos por esa misma sociedad a la que pertenecemos.
Desafortunadamente, de ser víctimas de la situación, también pasamos a ser victimarios de los demás, formando una cadena de dolor que pareciera ser heredada e interminable. La baja autoestima, inadaptación, frustración, conmiseración y muchas otras emociones y sentimientos negativos, empiezan a generarse de manera constante en el individuo, lo que nos lleva a un estado de insatisfacción y rebeldía.
Esta situación se agrava considerablemente cuando, además de este daño psicológico-mental-emocional, se suman daños físicos (violaciones, golpes, carencia de alimentos, ropa o sustento básico, etc.), lo que resulta todavía peor cuando estas heridas se producen en la niñez de la persona, como desafortunadamente sucede la gran mayoría de las veces.
Hemos detectado claramente que el problema no son las adicciones, ni la neurosis, ni las codependencias, sino simplemente, que todo esto es solo efecto y consecuencia del problema real: el desequilibrio emocional que ha llevado a la persona a una pérdida de su voluntad y a la perdida más grande, que es el contacto con su espíritu.
Con cada publicación que hacemos en nuestras redes sociales, te invitamos a hacer un alto en el camino para encontrar la aplicación de la Palabra de Dios en tu vida diaria. Sacando provecho de nuestra experiencia, buscamos guiarte hacia la confrontación y la aceptación de tu realidad, en busca de un cambio radical de juicios y actitudes, lo que verdaderamente te podrá llevar a alinear tu vida emocional y a la sanación de tu espíritu.
